viernes, 7 de septiembre de 2012

Super Benja


¿Qué sentirán mis juguetes cuando vuelan, pelean y salvan a la ciudad? Siempre me he imaginado que miles de personas gritan mi nombre mientras vuelo por la ciudad: ‘’ ¡Benja! ¡Benja! ¡Benja!’’.
Pero lo fome de todo esto es que mi mami no me deja. Siempre me reta porque según ella siempre dejo desordenada mi pieza, pero ella no entiende que estoy practicando para mi futuro.
¡Ayer, en mi pieza hice un cohete grande! Lo hice con cajas de cartón que un perro en la calle estaba cuidando. Y parece que le pagaban súper bien porque no me lo quería regalar. Pero como yo soy un superhéroe y lo sé todo, le pisé la cola y salió corriendo. Era divertido el perro porque ladraba como niña.
Bueno, después de esa lucha con ese animal feroz, lleve el cartón y empecé a hacer mi cohete. Pero a mi mamá no le gustó el color porque me retó.
-¡Benjamín Ignacio! ¿Cómo se te ocurre pintar este cartón feo?
-¡Pero mami! ¡Es mi cohete! Lo usaré para cuando sea superhéroe.
-¿De dónde sacaste ese cartón?
-De un perro en la calle que me quería morder, pero no te preocupes mami, salió corriendo-le contesté yo orgulloso de mi batalla.
Al final mi mamá me quedó mirando feo y se llevó mi cohete. ¡Me dio más rabia! ¡Si quería volar me lo hubiese pedido y yo se lo pasaba en seguida!
Al día siguiente fuimos al parque a jugar. Aquí no tengo muchos amigos así que juego solo mientras mi mamá conversa con sus amigas.
En el parque había un hombre que me llamó la atención. Era súper alto y delgado. Se veía feliz. Estaba sentado alimentando a las palomas, y eso es muy raro verlo acá así que me di cuenta de que era una persona de buen corazón.
-Hola niño-me dijo mientras notó que me acercaba a él- ¿Cómo te llamas?
-Benjamín, pero mi mami me dice Benja. Soy un Superhéroe, ¿y tú, que eres?
-Jajaja, que bien. Yo me llamo Jaime y también soy un Superhéroe.
-¡Wow! ¿En serio? ¿Me enseñas a ser uno?
-Me encantaría ayudarte pero tengo que ir a cumplir mis labores de Superhéroe en mi lujosa casa. Cuídate niño.
¡Esa era mi oportunidad de ser un Superhéroe!. No puedo desperdiciarla. Lo seguiré y seré igual o mejor que él.
Caminé un montón. Este caballero vive súper lejos!. Pasé por partes de la cuidad que nunca había visto. Caminaba súper rápido, y yo entre arbustos y arbustos lo seguía. En eso noto que se detuvo y se recostó en unos paños sucios que estaban en la calle. Me sorprendió mucho verlo ahí. Salí de mi escondite y lo enfrenté.
-¡Me Mentiste!
- ¿Qué haces aquí?- me respondió con cara de sorprendido.
-Quería que me ayudaras a ser un Superhéroe, pero ahora solo quiero estar en mi casita-le dije casi llorando.
-Tranquilo niño. Si sabes bien dónde vives yo te ayudaré a llegar a tu casa.
Le expliqué donde vivía y nos fuimos. En el camino conversamos mucho. Y me decía que estaba bien que yo quisiera ser un Superhéroe, pero ahora tenía que ser un niño. Y si lo pienso bien, es bacán ser un niño, porque tengo hartos juguetes, veo tele, juego a la pelota y como harto. Asa que creo que mejor seré solo un niño. Pero de vez en cuando igual seré Súper Benja, no puedo dejar que mis fans estén solas y tristes en las ciudades malvadas.
Cuando estábamos llegando a mi casa, mi mamá nos ve por la ventana y sale corriendo a abrazarme:
-Perdóname mamita, nunca más me escapo. Es que yo quería ser un Superhéroe y no sabía cómo y yo pensaba que este señor me podía ayudar y…
-No llores hijito. Esta es mi culpa. Gracias por traer a mi hijo- le dijo a Jaime.
-No se preocupe. Fue un placer conversar con el Benjita. ¡Cuídate niño! Y señora, juegue más con el. El necesita más comprensión y cariño.
No sé que será comprensión, pero al día siguiente jugábamos harto con mi mamá. ¡Fue bacán! Ahora soy un príncipe y mi mamá es mi doncella en el castillo. Creo que mañana me transformaré en Súper Benja, pero ahora tengo que ir a rescatar a mi mami, o si no se quedará encerrada por siempre.

2 comentarios:

  1. Como ya te había ducho en clases, tu cuento está excelente Lalita. Muy creativo, tierno y con enseñanza... me lo imagino en esos libros de cuentos que son hechos para que los niños pequeños lean junto con los padres. Uno se encariña con tu personaje, el Benjita. Siga escribiendo así Leandra, usted tiene la habilidad para hacerlo. ¡Muy bueno!

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